Cómo era un día de Martí en su trabajo al frente de Patria y del Partido.
Jamás un momento de descanso, y por esto -a veces desfallecido, pero siempre en acción- era su comida una copa de vino de coca de Mariani...
“cúmulo de verdades esenciales que caben en el ala de un colibrí, y son, sin embargo, la clave de la paz pública, la elevación espiritual y la grandeza patria."